Después de años de peleas internas, Pink Floyd finalmente ha llegado a un acuerdo para vender los derechos de su catálogo de música a Sony Music por la impresionante suma de 400 millones de dólares.
Además de su catálogo completo, el acuerdo incluye su nombre e imagen. Así, el sello discográfico ahora posee las grabaciones maestras de cada álbum de Pink Floyd y también derechos sobre mercancía y derivados como películas o series de televisión.
La venta catálogo había estado en negociaciones durante varios años con un precio de venta reportado de 500 millones de dólares e incluso se estuvo cerca de un acuerdo en 2022. Pero las disputas entre los miembros de la banda complicaron el trato y ahuyentaron a varios interesados. Las polémicas declaraciones políticas de Roger Waters contra Israel y Ucrania fueron uno de los grandes conflictos entre el grupo que incluso provocó la devaluación del catálogo.
En agosto, David Gilmour confirmó a Rolling Stone que la banda estaba “en conversaciones” sobre una posible venta del catálogo, añadiendo que estaba cansado de las continuas disputas internas y estaba listo para dejarlo atrás. “Deshacerme de la toma de decisiones y de los argumentos que conlleva mantenerlo en marcha es mi sueño”, dijo, “si las cosas fueran diferentes… y no me interesa desde un punto de vista financiero. Solo me interesa salir de este lodazal que ha representado durante bastante tiempo”.
Recientemente, varios artistas como Bob Dylan, Bruce Springsteen, Tame Impala y Justin Timberlake han vendido sus catálogos a Sony —con la venta de Queen alcanzando un monto de 1.27 mil millones de dólares.