The Madcap Laughs
Harvest. 1970. Inglaterra
Syd Barrett son dos palabras que en la música hechizan al escucharlas. Son como decir ¡abracadabra!, ¡hocus pocus! o ¡shazam!
Co-fundador de la vanguardista Pink Floyd en 1965, Barrett dejó su alma en esa legendaria y extinta agrupación. Después de él, todo fue como un “estar sin estar”, una presencia espectral tamizada en las notas posteriores a su salida del cuarteto con el que tuvo grandes aventuras.
Junto a ellos Syd grabó, además de varios sencillos, el seminal álbum The Piper At The Gates Of Dawn de 1967, y una participación parcial en el segundo, A Saucerful Of Secrets de 1968.
En su relativo breve paso por este mundo (60 años), Barrett lideró Pink Floyd y elevó la estética psicodélica a la estratófera con sus fantásticas letras y el uso, innovador para entonces, de guitarras distorsionadas, disonantes, el empleo del feedback y el glissando.
Además de ello, su libertad expresiva, estimulada en parte por el uso de drogas fuertes, marcó su estilo de tocar la guitarra, cantar y escribir.
En consecuencia, influyó notoriamente en el sonido Pink Floyd, rasgos que subrepticiamente o no, siempre estuvieron presentes en las composiciones posteriores a su expulsión del grupo motivada por una especulativa “insania” mental.
Barrett fue protagonista de una de las más fascinantes historias del rock durante poco menos de una década, 1963-1972. Fue, discutiblemente, uno de los puntos más altos de aquello que muchos llamaron psicodelia.
El año de 1969 marcó el inicio de su breve carrera solista, la cual dejó dos grabaciones al año siguiente, The Madcap Laughs y Barrett. Este enero de 2019 celebramos medio siglo de la primera, una obra que sorteó varios obstáculos y que tuvo varios productores que incluyeron al reconocido Peter Jenner, Malcom Jones y a sus ex-compañeros de banda Roger Waters y David Gilmour.
Un atractivo especial lo constituye la participación de Robert Wyatt de Soft Machine y Willie Wilson de la banda Jokers Wild, antigua banda de Gilmour.
The Madcap Laughs nos presenta a Barrett agachado sobre un piso de líneas púrpura y naranja que el mismo pintó para la ocasión en la residencia donde vivía. La pakistaní Evelyn “Iggy” Rose, su novia de entonces, le ayudó con la creación y es quien aparece desnuda en la contraportada. El diseño fue elaborado por Storm Thorgerson (†) y Aubrey Powell de Hipgnosis y la obra fotográfica de Mick Rock.
The Madcap Laughs incluye el sencillo “Octopus”, lanzado el 14 de noviembre de 1970. Un total de trece temas compuestos por Syd, exceptuando “Golden Hair”, el cual está basado en un poema del influyente poeta irlandés James Joyce, conocido por su obra Ulysses de 1922, conforman el álbum El atolondrado ríe, obra que además de tener claros rasgos psicodélicos también nos atrae con sus cálidos tintes folk.
“Terrapin” abre el repertorio con una peculiar guitarra y Barrett cantando con cierto desenfado: “Realmente te amo, quiero decir tú, la estrella encima de ti, azul cristal, ¡Oh! nena, mis cabellos sobre ti… no te vería y me encantaría volar sobre ti, sí, mis cabellos sobre ti”.
Una clara imagen surreal luego se acentúa en la siguiente estrofa: “Flotando, chocando, evadiendo un diente, las aletas luminosas, colmillos… oscuro tras las grandes rocas que todo lo esconden, el sol es bueno para ambos porque somos los peces y todo lo que hacemos es movernos”.
Es inevitable pensar en Pink Floyd en sus estados primarios con esta sinuosa y sencilla melodía que deja espacio suficiente para gozar este volátil romance de principio a fin.
Luego es “No Good Trying” (Intentarlo no es bueno), donde Syd es acompañado por Hugh Hopper al bajo, Robert Wyatt en la batería y Mike Ratledge en las teclas, vale decir, The Soft Machine. “No es bueno intentar poner tu mano donde no pueda ver porque entiendo que soy diferente a ti…”.
Destaca en esta breve pieza el teclado de Mike. Dando un rápido vistazo al repertorio notamos que esta pieza, como la mayoría, dura entre dos y tres minutos y medio.
Es decir, son breves canciones con una interesante sonoridad que seguiría presente en el cuarteto entonces formado por Roger Waters, David Gilmour, Rick Wright (†) y Nick Mason.
El tercer tema, “Love You”, inicia con el rasgado de una guitarra eléctrica y un temperamento muy diferente a los dos anteriores. Más movida y con un poquito de “blues feeling” la letra de aparentemente sencilla nos asalta con la pregunta ¿A quién realmente ama y le canta? Y no sabemos por momentos si es a un algo o un alguien pero luego descubrimos a una roquera. El resto se lo dejamos a nuestra imaginación.
En el tema “No Man’s Land”, Barrett nos sorprende con una forma más libre y abierta: “Tú mantendrás tu cabeza erguida, incluso lo intentarás, sostendrás otra mano, entiendes… ellos incluso me verán bajo un llamado, nosotros debajo de todo, nosotros terribles, arrastrándonos, escuchar mi hora final, no me ves llorar…” Jerry Shirley toma el lugar de la batería con Gilmour al bajo en esta interesante pieza.
“Dark Globe” continua el set. Una clara pieza folk para matizar un poco más el repertorio. Siendo un poquito imaginativo, uno siente elementos encontrados en The Wall y reconoce la gran influencia de Barrett. “Dónde estás ahora, sauce que sonríe en esta hoja, cuando estaba solo prometiste la roca de tu corazón…”
Esta pieza, con sus dos estrofas de once y diez versos, es un poema hecho canción. Es uno de los puntos altos del álbum.
En 1972 Barrett optó por dedicarse a la pintura y a la horticultura, viviendo lejos de la industria musical y llevando un modo de vida estrictamente privado. Pink Floyd le dedicaría Wish You Were Here (Deseando que estuvieras aquí) (1975), con temazos como “Shine On You Crazy Diamond” y el que le da nombre al disco.
El sello discográfico EMI editó, en 1988, el álbum Opel, un disco recopilatorio de tomas alternas y temas inéditos bajo la aprobación del propio Syd quien falleciera en Cambridge, su ciudad natal, el siete de julio de 2006 a causa de cáncer pancreático.
Músico, pintor, poeta, actor, fotógrafo y hasta excéntrico obrero de mantenimiento, Barrett estuvo a punto de unirse a una secta religiosa antes de hacerse famoso.
Sigue siendo una figura controversial cuyo paso por la vida esta teñido de curiosas anécdotas entre las cuales vale mencionar su participación en público el 26 de enero de 1972 cuando fue halado del público mientras presenciaba a la banda de blues de Eddie “guitar” Burns para improvisar junto a ellos durante 30 minutos. La participación le valió la invitación para que al día siguiente tocara tres temas junto a ellos.
Su encuentro final con Pink Floyd fue el 5 de junio de 1975 durante las sesiones de Shine On You Crazy Diamond, apareciendo de improvisto con una apariencia avejentada.
El lider fundador de Pïnk FLoyd, en medio de su precaria salud mental, ayudado por varios productores y músicos, publicó el primero de sus dos únicos LPs en 1970