Tal como se preveía y un poco más, la inflación de marzo registró una suba del 6,7% y elevó así el índice de Precios al Consumidor (IPC) al 16,1% en el acumulado anual y al 55,1% en la variación interanual, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De esta manera, el índice de los precios minoristas igualó el registro de abril de 2016, medido en ese momento por el IPC Congreso, ya que el INDEC aún no había restablecido la medición del IPC nacional. En términos oficiales, es la tasa más elevada en casi dos décadas, por debajo de la marca de abril de 2002, cuando fue 10,4%.
En los datos de marzo se registró una aceleración de la inflación núcleo (aquella que no incluye la variación de los precios estacionales) que acumula en el año un alza del 57,3%, es decir se ubica por encima del nivel general de la inflación.
Fuentes de la Casa Rosada señalaron el martes que la presión sobre los precios cederá: "Los primeros cortes del mes muestran que la inflación empieza a bajar" y que "el número de marzo es muy alto, pero vamos a tener una desaceleración en abril".
Tras conocerse el dato oficial, fuentes del Ministerio de Economia explicaron que “la inflación de marzo se aceleró impulsada también por el contexto internacional”. Según la cartera que dirige Martín Guzman, quien había adelantado en diálogo con C5N que la inflación de marzo superaría el 6%, los precios regulados subieron 8,4%. Fueron los de mayor incremento en el período: en promedio, aportó 1,5 puntos porcentuales entre las regiones.
También el ministerio destacó que “le siguió en importancia el IPC núcleo (6,4%), en tanto estacionales registró un incremento de 6,2%, impulsada fundamentalmente por el alza de prendas de vestir y calzado”.
El rubro que más aumentó el mes pasado fue educación debido al comienzo de las clases, 23,6%. Siguieron los de prendas de vestir y calzado, con 10,9%; vivienda agua, electricidad, gas y otros combustibles , con 7,7%; y alimentos y bebidas no alcohólicas, con el 7,2%.
Alimentos y bebidas fueron los incrementos de mayor incidencia en todas las regiones. Aumentaron 59,7% en el último año. Dentro de la división se destacó el alza en el pan (24,8%) (debido a las subas en la harina como producto de la disparada en el precio internacional del trigo). También fue importante las subas en cereales; leche, productos lácteos y huevos (21,6%); carnes y derivados; azúcar, dulces, chocolate, y golosinas", según el informe del Indec.
Entre los productos que llevan sus precios regulados, se destacaron bebidas alcohólicas y tabaco (5,7%); medicina prepaga, dentro de Salud (5,0%); los combustibles, en Transporte (5,5%); y el servicio de telefonía móvil, dentro de Comunicaciones (3,4%).
La aceleración de la inflación, la tasa más alta desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández, coincide con la interna que se vive en el Frente de Todos, fuertemente enfocada en las diferencias que existen sobre el rumbo económico que debe tomar el Gobierno.
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, esquivó en las últimas horas responsabilidades sobre la suba de precios y responsabilizó al ministro de Economía, Martín Guzmán.
"Está claro que no hacemos milagros. Las canastas han funcionado y mejoraron los precios de referencia, pero es insuficiente", subrayó Feletti al ser consultado por el relanzamiento de Precios Cuidados, uno de los cuatro programas regulados que impulsa para frenar el alza de los alimentos.
Tras las declaraciones de Feletti, el ministro de Economía aseguró que "la inflación es una de las prioridades de la política económica".
Sobre la performance inflacionaria de marzo, la consultora LCG analizó el escenario frente al reciente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Aun con una desaceleración de la inflación a niveles del 4% mensual en los próximos meses, la inflación a diciembre llegaría a 65% anual”, advirtió.
Además, LCG destacó que “esta desaceleración deberá darse en un contexto en el cual las anclas nominales que primaron el año pasado comenzarán a levantarse en el marco de lo acordado con el FMI (básicamente tipo de cambio y tarifas). Y, sobre esto, el escenario internacional seguirá sumando presión tanto por el efecto posterior a la emisión por la pandemia como por el impacto de la guerra sobre la producción de alimentos y combustibles”, alertó.
Por su parte, el economista Nadin Argañaraz, del IARAF, se refirió a la acción negativa del salto inflacionario sobre el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, si la inercia se mantiene. Y apuntó dos factores preponderantes en la aceleración de los precios a nivel internacional: la salida de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania.