Diego levanta los brazos al cielo y cierra los ojos. Escucha ese silencio que aturde. En el Foro Itálico retumban un par de gritos: son los de su equipo de trabajo y su novia. Unas 12.400 butacas vacías fueron testigo de uno de los triunfos más importantes de la carrera de Schwartzman (15°): acaba de ganarle a Rafael Nadal (2°) en sets corridos para eliminarlo de los cuartos de final del Masters 1000 de Roma.
Desde Argentina empiezan a replicarse los mensajes por los grupos de WhatsApp. "¿Viste el partidazo del Peque?". La victoria del argentino ocupará portadas de webs y tapas de diario: acaba de meter uno de los batacazos del (acotado y particular) calendario 2020 de la ATP. Fue 6-2 y 7-5 en dos horas de juego: en las semifinales lo espera el canadiense Denis Shapovalov, que en su emparejamiento despachó a Dimitrov.
El primer set del Peque es para encuadrar. No sólo quebró dos veces y se aprovechó de los errores de Nadal, sino que golpeó con solidez y contundencia en cada momento clave del parcial. Fue un 6-2 que no entregó espacio para las dudas. Era el Peque brillando ante el mejor tenista sobre polvo de ladrillo de la historia. Y la ilusión del triunfo comenzaba a iluminarse...
El segundo parcial mostró un atisbo de reacción del español, que luchó el período game a game. Diego tuvo la posibilidad de cerrar el partido cuando se puso 5-4 y con el servicio a su favor, pero Nadal quebró para establecer el 5-5. ¿Nervios? ¿Frustración? Schwartzman volvió a quebrar para ponerse 6-5 y liquidó el match con su saque.
Roma es la segunda casa de Nadal: es el máximo ganador de la historia de dicho ATP con nueve títulos en su vitrina. También es el tenista que más certámenes ganó sobre polvo de ladrillo, con 59. Para dimensionar, quien lo sigue de los que están en actividad es Djokovic con 14.
Este 2020 no deja de sorprendernos: Nadal, afuera de Roma y del polvo de ladrillo. El Peque lo hizo...