Es un plan de ajuste de la compañía estadounidense en medio de la pandemia. Quejas por la falta de ayuda oficial.
En los últimos meses la compañía ha sufrido una fuerte caída en la demanda de viajes a raíz del virus, que ha reducido la plantilla en torno a un 30 % tras los despidos, las jubilaciones y las bajas voluntarias temporales.
“Se asumía que para el 30 de septiembre el virus estaría bajo control y la demanda de viajes aéreos se habría recuperado. Obviamente, no ha sido así”, comentó este martes el consejero delegado del grupo, Doug Parker, y su presidente, Robert Isom, en un mensaje a los empleados recogido por Efe Dow Jones.
Las reducciones de plantilla incluyen 17.500 bajas temporales de pilotos, auxiliares de vuelo, mecánicos y otros empleados, así como 1.500 salidas de personal de las áreas de gestión y administración y afectan a American Airlines y a las dos aerolíneas regionales de su propiedad.
En su nota a los empleados, los directivos de la compañía son especialmente críticos con la falta de ayudas federales, si bien el sector recibió un paquete de ayudas de 25.000 millones de dólares el pasado marzo con el objetivo de evitar despidos masivos y conservar el mayor número de empleos posibles hasta septiembre y está pendiente de otra batería de medidas de similares características.
Los sindicatos y directivos de las aerolíneas han abogado por otra ronda de fondos para mantener a los empleados en el trabajo hasta marzo de 2021, una medida que cuenta el apoyo de ambos partidos en Washington, pero que forma parte de las negociaciones estancadas sobre el nuevo paquete de estímulos que se negocia en el Congreso.
Debido a esta situación, durante el cuarto trimestre American Airlines planea operar menos de la mitad de su programa habitual de vuelos.
En el primer semestre del año, la aerolínea perdió 4.308 millones de dólares y en lo que va de año ha perdido un 10,4 % de su valor en Wall Street.