Daniela, una enfermera de 41 años que todos los días trabaja atendiendo pacientes con coronavirus, vivió un calvario impensado. La primera amenaza de sus vecinos fue directa: en la puerta de su casa de barrio Guadalupe de Santa Fe, le pegaron un cartel que decía "andate, nos vas a infectar a todos".
En principio pensó que era una broma, ya que tenía buena relación con los vecinos. A los pocos días, la amenaza se convirtió en un ataque concreto. Al volver del trabajo, su hijo le contó que Gavita, su perra, había muerto.
Además, encontraron a la gata agonizando: pasó un día agonizando tras comer carne con vidrio molido, que le reventó los intestinos.
“Una estudia para ayudar a la gente y ahora, la verdad no te da ganas de hacerlo. Es muy doloroso lo que hicieron”, lamentó Daniela en el programa radial La Noche al Aire. "Soy enfermera paliativista y trabajo con pacientes de Covid. Toda la vida ayudé a mis vecinos cuando necesitaban algo, más de una vez me han despertado para que les midiera la presión o les diera una inyección", agregó.
La mujer no tiene dudas de que se trató de un asesinato: "El gatito vivió un día y medio y la perra murió en el instante. Cuando a mis compañeras les dejaban carteles yo pensaba que eran bromas pesadas, que alguien no podía hacerle algo a una persona que trabaja en el personal de la salud".