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miércoles, 6 de mayo de 2020

Ya casi no quedan "puchos" y crece el contrabando

Desde las tabacaleras advirtieron que se agotará el stock de cigarrillos en los comercios argentinos y que detectaron un aumento en el tráfico ilegal de esos productos.
El aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia del coronavirus convirtió al cigarrillo en uno de los grandes faltantes. Si bien tanto tabacaleras como kiosqueros venían advirtiendo de que se acabaría el stock en los comercios argentinos, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, aseguró que habilitarán en el corto plazo las plantas elaboradoras que se encuentran paradas desde el 20 de marzo.

En declaraciones televisivas, Basterra dijo que "se habilitará en muy corto plazo para volver a trabajar y generar un flujo más normal; eso depende de autoridades municipales y provinciales". Mientras tanto, los pocos cigarrillos que quedan en los kioscos son mentolados o de marcas de poca salida, y en algunos casos los valores son muy superiores a los reales. Sólo algunos kiosqueros tienen el atino de vender un paquete por cliente para que "haya para todos".

Por otro lado, días atrás la Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo a un hombre de 25 años que llevaba en su camioneta un cargamento ilegal de cigarrillos valuado en un millón de pesos, más de 10.000 atados marca Eiffel. En Formosa, en dos operativos Gendarmería Nacional, detuvieron a tres personas que trasladaban 13.800 paquetes de cigarrillos.

Desde el Sindicato único de Empleados del Tabaco (Suetra) y la Federación de Trabajadores del Tabaco de la República Argentina (Fttra), a través de un comunicado, expresaron: "Entendemos y compartimos la preocupación por cuidar la salud de los más de 10.000 trabajadores que representamos y de la sociedad argentina en su conjunto", en referencia a que sus trabajadores también están cumpliendo el aislamiento establecido por el Gobierno.

Según informaron desde la industria, el cigarrillo es un producto esencial para el comerciante y un millón de personas depende económicamente del cultivo de tabaco en la Argentina. Para movilizar este sector, requiere reactivarse unos 600 puestos de trabajo en el eslabón industrial de la fabricación de cigarrillos.

Fueron los kioscos y las estaciones de servicio los que alertaron en un principio sobre el desabastecimiento de cigarrillos, y advirtieron desde la industria de que esta situación se profundizaría si no se reanudan la producción y la distribución de estos productos. Desde el 20 de marzo, las empresas tabacaleras no producen y hasta el momento lo distribuido era lo que había en stock, por eso las firmas solicitan que se les permita volver a producir.

De Nobleza Piccardo, hoy British American Tobacco (BAT), por ejemplo, se acaba el stock de las marcas más vendidas. En la Argentina, hay dos empresas principales y cuatro cooperativas de tabaco. Las dos más importantes productoras de tabaco, BAT y Massalin Particulares, ya al inicio de la cuarentena le habían solicitado al Gobierno nacional exceptuar a la actividad.

A través de una carta, habían alertado sobre los faltantes de productos en distintos puntos de la cadena comercial.