Knotfest, el festival de metal más emblemático a nivel mundial creado por Slipknot, llegó por primera vez a Argentina, en una jornada histórica en el Parque de la Ciudad bajo la producción de Fenix Entertainment. Más de 30 mil fanáticos vibraron con la energía del metal durante una jornada que se extendió desde las primeras horas de la tarde hasta la noche, reuniendo a pesos pesados del género como Slipknot, Amon Amarth, Meshuggah, Babymetal, Arde La Sangre y NVLO.
El evento abrió a las 14:30 con el talento de los locales NVLO, quienes llevaron su energía característica al escenario y demostraron por qué son una de las promesas emergentes del metal latinoamericano. La jornada continuó con Arde La Sangre, banda liderada por Marcelo “Corvata” Corvalan y Tery Langer. El grupo presentó su nuevo single El ojo del huracán, del álbum Pase lo que Pase, y repasó temas de su debut La cura (2021), conectando con el público local desde el primer acorde.
Uno de los momentos más electrizantes llegó con Babymetal, la innovadora banda japonesa que combina heavy metal con elementos kawaii y J-pop, ofreciendo un espectáculo lleno de color y coreografías. Con un setlist cargado de éxitos como “Megitsune”, “Karate”, “PA PA YA” y “RATATATA”, las artistas lograron una conexión total con el público, quien respondió enérgicamente a cada instrucción desde el escenario.
Cuando el sol comenzó a descender, Meshuggah tomó el control del festival. La banda sueca, conocida por su brutalidad y precisión musical, ofreció un show estremecedor, con Jens Kidman liderando una presentación que recorrió 30 años de trayectoria, mostrando la complejidad y agresividad del thrash metal en su máxima expresión. Tras ellos, Amon Amarth elevó el ambiente viking con un show en el que los asistentes se sumaron al headbanging bajo la guía de Johan Hegg, quien saludó al público en español: “Bienvenidos a nuestra fiesta vikinga”. El escenario se transformó con figuras mitológicas que reforzaron la estética épica de su setlist.
A las 22:00, el ansiado momento llegó: Slipknot subió al escenario para un show épico. Celebrando los 25 años de su álbum debut homónimo, Corey Taylor y compañía revivieron clásicos como “(sic)”, “Eyeless” y “Wait and Bleed”. Taylor, desde detrás de su máscara, interactuó con el público en cada canción, mientras los fanáticos respondían con gritos y energía inagotable. Este show también fue especial al presentar por primera vez en Argentina a Eloy Casagrande, el nuevo baterista de Slipknot. La icónica “Spit It Out” marcó el clímax de la noche, con un pogo masivo que dejó una huella en el festival.
Además de los conciertos, Knotfest ofreció a los fans la oportunidad de recorrer el Museo Slipknot, una experiencia inmersiva e interactiva con piezas únicas de la banda, como máscaras, instrumentos y trajes. Este museo se convirtió en una parada esencial para los asistentes, quienes disfrutaron de una retrospectiva de 25 años de historia de Slipknot, con objetos nunca antes vistos en América Latina.