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sábado, 22 de junio de 2024

Los 75 años de Meryl Streep: su pelea con un gran actor y el corazón roto por su esposo

La actriz nació el 22 de junio de 1949 y desde hace más de cuatro décadas es uno de los símbolos más importantes del mundo del espectáculo.

“Tengo curiosidad por otras personas. Esa es la esencia de mi actuación. Me interesa cómo sería ser vos”, explica con simpleza la excelencia de su talento. La indiscutible reina madre de Hollywood se ha ganado ese reconocimiento al apoyar fervientemente las causas en el movimiento MeToo desde sus inicios y al contribuir generosamente con fondos durante los paros convocados por el Sindicato de Actores en 2023. Admirada y respetada, tiene el récord de más nominaciones al Oscar, además de tres estatuillas. A lo largo de sus 75 años, Meryl Streep ha evolucionado notablemente para convertirse en un ícono amado del cine.


El ojo de una madre

Nacida el 22 de junio de 1949 en Summit, Nueva Jersey, bajo el nombre de Mary Louise Streep descubrió su pasión por la actuación desde temprana edad. Cuando fue invitada a dar un discurso de graduación en 2010 en Barnard College de la Universidad de Columbia, en Nueva York, recordó con cariño su primer intento de actuar a los 6 años. En aquella ocasión se había cubierto la cabeza con una sábana para interpretar a la Virgen María en el living de su casa. Aunque era una actuación íntima sólo para sus padres y hermanos, Streep se sintió “serena” y “sagrada” en ese papel. Desde entonces, su talento era evidente, dejando impresionados a los miembros de su familia. Su madre siempre la alentó, recordándole lo fantástica y capaz que era.

Streep rememoró las palabras de su mamá: “Puedes lograr lo que te propongas. Si eres perezosa, no lo lograrás, pero si te esfuerzas, puedes lograr cualquier cosa”. Esto resonó fuerte en Meryl y fortaleció su confianza desde chica. Es evidente que su madre vio algo especial en ella desde el principio.

Desde una edad temprana, Meryl Streep también desarrolló su amor por el canto y admitió que las lecciones de ópera que tomaba a los 13 años no eran su pasión. Reveló que prefería las porristas, los chicos y artistas como Barbra Streisand, The Beatles y Bob Dylan. Aunque nunca aspiró a ser una estrella de ópera, participó activamente en el club de teatro de su escuela secundaria, incluso actuando en una producción de Vivir de ilusión, una obra que había visto en Broadway, experiencias que fortalecieron su amor por la música.

Tuvo una infancia feliz aunque enfrentó los típicos desafíos de la adolescencia. Navegó por esos tiempos inciertos enfocándose en lo que conocía, como reveló en un discurso: “En la secundaria, otro tipo de actuación capturó mi atención. Quería aprender a ser atractiva, así que estudié cómo ser la chica genéricamente bonita”. Este deseo la llevó a experimentar con maquillaje, alisar y decolorar su cabello, e incluso cambiar su forma de reír para ser más agradable. La protagonista de El diablo viste a la moda (2006) reflexionó sobre esto cuando dijo: “La autenticidad no era atractiva. Aprendí que eso no era atractivo en una cita”.


Un talento con mucha cabeza

No por nada Meryl Streep ocupa el sexto puesto del ranking de “Las 50 personas más inteligentes de Hollywood” hecho por la revista Entertainment Weekly. Cuando llegó a la universidad, experimentó una revelación que transformó su vida para mejor, así lo compartió en una entrevista: “En la secundaria no buscaba ser yo misma, pero cuando llegué a Vassar, eso cambió porque sólo éramos chicas y estábamos en los primeros años de los 70, en pleno proceso de concientización donde se discutía: `¿Qué significa ser mujer? ¿Cuál es nuestro papel en el mundo? ¿Cuáles son nuestras capacidades? ¿Qué nos está frenando?’”. Streep también dijo que: “Me sentí liberada. Emergió algo, mi verdadera personalidad y voz, supongo, y me di cuenta de que podía ser graciosa, ruidosa y desagradable. Aproveché al máximo esa experiencia. Fue un renacimiento”.

Tras recibir su licenciatura cum laude del Vassar College, la intérprete de África mía (1985) experimentó una transformación importante. Continuó su formación en la Escuela de Drama de Yale, donde completó un riguroso programa de tres años en una clase predominantemente masculina, describiendo la experiencia como una oportunidad difícil pero valiosa. Sigourney Weaver y Christine Estabrook eran compañeras de su clase en Yale. Una vez finalizado el programa, se lanzó al mundo de Broadway e inició así una destacada carrera en producciones teatrales.

Pronto llegó su primer papel cinematográfico importante en la clásica película de guerra El francotirador (1978), en la que compartió pantalla con estrellas como Robert De Niro, quien declaró abiertamente que Meryl es su actriz favorita para trabajar. Aunque su papel era modesto, dejó una impresión indeleble. “Streep abrazó el empoderamiento femenino al encarnar a una mujer para quien esto era ajeno, una dama común de una pequeña ciudad estadounidense atrapada en la sumisión”, expresó la crítica entonces. Esa actuación le valió su primera nominación al Oscar y marcó el inicio de su ascenso como estrella indisctutida.


Hoffman vs. Streep

En 1979 Meryl consiguió un papel en la pantalla grande junto a Dustin Hoffman en Kramer vs. Kramer (1979), una película centrada en la problemática del divorcio. Ese filme ganó cinco premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Actriz de Reparto para Streep, el primero de sus tres galardones de la Academia. Sin embargo, el film también fue escenario de controversias en el set, especialmente en relación con la dinámica entre sus protagonistas.

En una entrevista con The New York Times ella se sinceró: “Era mi primera película, era mi primera toma, y él simplemente me abofeteó. Y eso se ve en la película. Fue demasiado”. Además, surgieron rumores de que Hoffman había tocado a Streep de manera inapropiada, aunque un representante de la actriz desmintió estas acusaciones, explicando que hubo un incidente por el cual Dustin se disculpó y Meryl aceptó sus disculpas. Entonces dijo: “Está lleno de energía y es la mayor combinación de generosidad y egoísmo que jamás haya existido. Quiere ser el mejor actor que jamás haya existido”.

Después de Kramer vs. Kramer, Meryl Streep experimentó un ascenso meteórico, consolidándose como una de las actrices más solicitadas en la historia de Hollywood. En las décadas siguientes, dejó una huella imborrable en dramas clásicos como La amante del teniente francés (1981). Hizo reír al público en comedias como Visa al paraíso (1991) y La muerte le sienta bien (1992), y tocó corazones en películas emotivas como Los puentes de Madison (1995) y Las Horas (2002). También brilló en la pantalla chica con su participación en la segunda temporada de la serie Big Little Lies. Además, su participación en películas divertidas como Mamma Mia! (2008) y su convincente interpretación como tía March en Mujercitas (2019) demuestran su versatilidad incomparable.


Un trágico primer amor

Uno de los momentos cruciales en la vida temprana de Meryl Streep ocurrió en 1976 cuando conoció y se enamoró del actor John Cazale. El encuentro tuvo lugar mientras trabajaban juntos en una producción en el Central Park, donde según cuentan, ambos se sintieron atraídos casi instantáneamente. La actriz recordó sobre él: “No se parecía a nadie que hubiera conocido. Era singular su tipo de humanidad, su interés por la gente y su compasión”.

Streep y Cazale eran figuras legendarias de la escena estadounidense, admirados por sus compañeros. Sin embargo, la tragedia golpeó un año después, cuando a Cazale le diagnosticaron cáncer de pulmón. Streep deseaba estar con él cada momento para apoyarlo en su lucha, pero durante dos meses y medio estuvo en Austria filmando la miniserie de televisión Holocausto. Más tarde dijo: “Me estaba volviendo loca. John estaba enfermo y yo quería estar con él”. Tras su regreso a Nueva York, Meryl permaneció junto a Cazale durante cinco meses hasta su prematura muerte el 12 de marzo de 1978, a los 42 años.


Su relación duradera

Tras la devastadora pérdida de John Cazale, Meryl Streep se retiró a Canadá para procesar su duelo. A su regreso a Nueva York, enfrentó más dificultades al ser desalojada de su departamento. En medio de la mudanza, recibió ayuda de su hermano, quien llevó consigo a un amigo, el artista Don Gummer. La conexión entre Streep y Gummer se fortaleció rápidamente a través de cartas mientras él estaba fuera. Cuando Don regresó, ambos estaban profundamente enamorados y la actriz se mudó con él. Aquella decisión que resultó ser para siempre. Seis meses después se casaron.

Aunque sus allegados tenían preocupaciones sobre la rapidez con la que avanzaban las cosas, el matrimonio fue firme hasta el año pasado cuando anunciaros que se habían separado. Mientras Meryl ascendía en Hollywood, también encontró tiempo para construir una familia con Don Gummer. Juntos tuvieron cuatro hijos: Henry (44), Mamie (40), Grace (38) y Louisa (33), a quien dio a luz a los 41 años. En una entrevista con People, Streep explicó: “Creo que nací para tener una familia. Como algunas personas parecen nacer para la religión, o nacen para esto o aquello, siempre supe que si encontraba a la persona adecuada, querría tener una familia”. La familia se agrandó y Meryl es abuela de cinco.

El actor que podría hacerle olvidar a Gummer
En octubre pasado, Streep viajó a Oviedo para recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes de manos de la princesa Leonor, en presencia de los reyes de España Felipe y Letizia. Pocas horas después, ella y su esposo de entonces, Don Gummer, anunciaron en redes sociales que llevaban más de seis años separados, poniendo fin a una unión que había comenzado en 1978.

Aunque la última vez que fueron vistos juntos en público fue en la alfombra roja de los Oscars en 2018, parece que algo se rompió definitivamente en 2023, lo que condujo a un anuncio oficial que antes se había evitado. Pronto surgieron los rumores que sugirieron que este cambio pudo haberse gestado durante el rodaje de Only Murders in the Building, entre enero y abril de 2023, en el que Streep compartió escenas con Martin Short, en la que interpretaron un romance maduro, una rareza en la pantalla.

Durante la promoción de la serie y la temporada de premios, que llevó al elenco a eventos como los Emmy y los AFI Awards, se avivaron las lenguas de un posible romance entre Streep y Short. Sus apariciones estaban llenas de química y risas, más evidentes entre ellos que con Selena Gomez o Steve Martin (protagonistas de la serie), lo que intensificó las especulaciones. Streeo y Short, viudo desde 2010 tras el fallecimiento de su esposa, con la que estuvo casado 30 años, a causa de cáncer de ovarios, parecían formar una pareja tan sorprendente como encantadora.

Sin embargo, el 28 de enero, Martin Short aclaró en el podcast de Bill Maher que no tenían una relación romántica: “No somos pareja. Somos muy buenos amigos”. A pesar de esto, los reporteros continuaron encontrándolos juntos en diversas ocasiones, como en el popular restaurante de Santa Mónica, Giorgio Baldi, donde según una fuente anónima citada por People, disfrutaban de la compañía mutua y de amigos. La química entre ambos parece ser innegable, aunque los dos negaron ser una pareja en el sentido convencional del término.

Además de su talento en la actuación, Streep se distingue por su postura respecto al envejecimiento y la belleza. Ha rechazado la idea de someterse a cirugías estéticas, afirmando que la vida debe ser aceptada en todas sus etapas. Sobre eso explicó: “Simplemente no lo entiendo. Tienes que aceptar envejecer. La vida es preciosa, y cuando has perdido a muchas personas, te das cuenta de que cada día es un regalo”.

Aunque ha enfrentado momentos de discriminación por su edad en Hollywood, ha superado estos desafíos y consiguió roles que implicaron restos importantes. Al hablar sobre esos momentos dijo que: “En ese período intermedio, el más vibrante en la vida de una mujer, de los 40 a los 60, nadie sabía qué hacer con las actrices. Eso realmente ha cambiado, no del todo, no para todas, pero para mí ha cambiado”. Por supuesto que ha cambiado porque Meryl Streep es una leyenda viva y su status en la cima de Hollywood permanece indiscutible a los 75 años.