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domingo, 26 de mayo de 2024

Boca Juniors empató sin goles con Talleres por la tercera fecha

El Xeneize no se sacó ventajas contra la T y sumó su cuarto punto en el campeonato. El elenco cordobés comparte la cima junto a Racing, ambos con siete unidades.

Hay un clima festivo. Los hinchas calientan las palmas, pero nada tiene que ver la ola polar. Cumple 84 años la Bombonera y la noche está lista para desatar una gran celebración. Hay luces y banderas en la previa. Se canta por la casa azul y oro, pero falta el gol. Y Boca pasa de un primer tiempo en el que dominó y tuvo chances de regalarle un triunfo a su gente, justo en este día tan especial, a correr de atrás y terminar sufriendo con esa última pelota, un tiro de Nahuel Bustos que tapó Sergio Romero.

El punto tiene sabor a poco, claro. Pero sobre todo, esos desniveles. Se notó mucho la ausencia de Kevin Zenón y no pesaron sus delanteros. Ahora, deberá cerrar la fase de grupos de la Sudamericana ante Nacional de Potosí, aquí mismo el próximo miércoles, y esperar un batacazo de Trinidense en Brasil para poder clasificarse en el primer puesto, algo realmente difícil.

Talleres fue superior en el segundo tiempo y estuvo muy cerca de ser corporizarse en un aguafiestas. Un cabezazo de Federico Girotti en el palo le hizo correr un frío aún más intenso en la espalda de la gente que pobló las tribunas. Fue atrevido en el complemento. Directo para atacar. Mereció llevarse algo más a Córdoba.

Boca hizo de la tenencia su bandera en el primer tiempo. Manejó la pelota y empezó a despegar a partir del criterio de los Fernández en la mitad de la cancha. Pol como salida y Equi en el rol de guía. Lautaro Blanco se proyectó mucho más que Marcelo Saracchi, improvisado como lateral derecho ante la sangría de defensores. Adelante, la dupla uruguaya generó inquietudes en la última línea cordobesa.

Hubo dos goles anulados. El primero a Equi, que capturó un rebote de Guido Herrera tras un remate de Merentiel. El segundo, polémico. Cuando partió un notable pase de Pol Fernández para Equi, la tecnología advirtió una posición adelantada de Cavani. Muy finita, casi imperceptible. El chequeo del VAR terminó siendo lapidario para Boca.

Tuvo ráfagas el equipo de Diego Martínez, que a esta altura puede jactarse de haber conseguido una identidad marcada, con mucha movilidad y un aceitado circuito de pases. Sin embargo, extrañó demasiado a Zenón (otro de la lista sábana de lesionados) y cargó de responsabilidades a Vicente Taborda. Suelto como enganche, el pibe fue muy discontinuo. También, Cristian Medina, que pisó poco el área visitante.

Talleres llegó a la Bombonera con el plan de contraatacar y hacerle la vida imposible a los laterales con la osadía de Valentín Depietri por la derecha y Ramón Sosa por la izquierda. Sin embargo, en ese 4-2-3-1 se destacaron los volantes centrales. Tanto Diego Ortegoza como Marcos Portillo fueron los generadores del juego cordobés. No obstante, le faltó mayor agresividad y mayor protagonismo de Rubén Botta. Y en este contexto, Girotti no gravitó, más allá del desgaste que hizo con Cristian Lema.

Así y todo, tuvo una muy clara el equipo cordobés. Fue a partir de una apertura de Marcos Portillo para Depietri y una arremetida de Botta que tapó Sergio Romero en dos tiempos. Y un gol anulado a Sosa, claramente en offside. Después, discutió la pelota, pero se vio superado en el juego por Boca. Y sufrió en el área propia con los centros. Dos veces ganó Lema y estuvo muy cerca de convertir.

En el segundo tiempo, Talleres se hizo más fuerte. Los extremos se dedicaron a atacar sin tantas inhibiciones. Botta se hizo cargo de la conducción. Y desde atrás, Ortegoza recuperó un montón de pelotas. Ya no era tan fluido el juego de Equi Fernández.

Martínez hizo movimientos al borde del cuarto de hora. Salieron Taborda y Saracchi y rearmó el equipo con Marcos Rojo en el centro de la defensa, Lautaro Di Lollo como lateral y Jabes Saralegui a la derecha.

Sin embargo, Boca no generó situaciones. Perdió las divididas y quedó a merced de Talleres, que se energizó con los ingresos de los jóvenes Bruno Barticciotto y Matías Galarza. Y casi lo gana en la última, ya sin Sosa en la cancha.

Boca le cantó el cumpleaños a su estadio, pero le faltó la música del gol. Cavani y Merentiel, intérpretes de la contundencia, esta vez desafinaron.