Una interrupción de siete minutos en un partido en el que solo servía de preparación y era el primero entre dos equipos de la Liga Profesional con público en las tribunas. Los incidentes que se produjeron el sábado en el duelo entre Boca e Independiente, en San Juan y por el Triangular Internacional de Verano, pusieron nuevamente en tela de juicio la posibilidad del retorno de los hinchas visitantes a los estadios y devolvió al realismo al fútbol argentino, después de la ebullición por el título en el Mundial de Qatar 2022.
El episodio que se produjo en el estadio Bicentenario escondió una disputa entre barrabravas oficiales, un intento de robar banderas y la falta de policías, que fue evidente desde un inicio, pero se potenció a partir de los hechos violentos ocurridos en el cierre del segundo tiempo.
¿Qué pasó? Más allá de los cantos que siempre se dedican dos hinchadas de equipos denominados 'grandes' y que se toman como clásico, todo se detonó cuando -quizás aburridos porque el desarrollo del partido no entregaba nada- una facción de hinchas del 'Rojo' comenzó a insultar a los plateístas del 'Xeneize', que estaban solo separados por una reja divisoria, sin el habitual pulmón ni efectivos policiales.
A eso lo siguió la agresión física, con botellas de plástico, palos de las banderas y hasta un tacho de basura que voló de lado a lado. Ante esa situación, parte de la barrabrava de Boca 'La 12' empezó a cruzar de la popular a la platea para llegar hasta el lugar donde se estaban produciendo los incidentes.
Allí, los de la Ribera intentaron apropiarse de tres banderas que estaban colgadas en ese sector, lo que motivó una intervención más numerosa por parte de sus 'colegas' de Independiente.
Con el desmadre de la situación y el pedido de los futbolistas desde dentro del campo de juego -se pudo ver a Darío Benedetto y Pol Fernández de un lado, más Iván Marcone, Rodrigo Rey y Joaquín Laso del otro-, recién después de cinco minutos de peleas llegó la Policía para meterse entre ambos sectores y formar el 'pulmón'.
Si bien el saldo fue, por suerte, de un herido leve, esta situación representa una señal de alarma teniendo en cuenta que, con sus dispuestas internas a cuestas, los dos equipos volverán a jugar entre miércoles y viernes en el mismo estadio ante Everton de Chile, el tercer integrante de este torneo de verano.