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jueves, 4 de agosto de 2022

Cinco millones de hogares pagarán más por los servicios de luz, gas y agua

Se agregan a los 4 millones que perderán totalmente la ayuda estatal con la llegada de Sergio Massa como economista. Las subvenciones se mantendrán, pero solo para una parte de su consumo.
Habrá aumentos de tarifas de luz, gas y agua adicionales a los ya anunciados. Eso anunció el ministro de Economía, Sergio Massa. La medida impactará en cerca de 9 millones de hogares que consumen esos servicios con fuertes subsidios.

El encarecimiento en las boletas de energía eléctrica comprenderá a los consumos superiores a los 400 KwH mensuales. Eso incluye a los cuatro millones de hogares que perderán los subsidios -porque no se anotaron en el registro de subvenciones o declararon “ingresos altos” por lo que pueden afrontar los costos- y otros cinco millones que seguirá manteniendo la ayuda estatal, pero con un tope.

Aunque Massa no lo especificó, la subvención solo la mantendrían los hogares con poco consumo. En Buenos Aires, son las categorías tarifarias conocidas como R1,R2 y R3 de electricidad. Para el resto que se anotó en el registro de subsidios, seguirán contando con una base (de 400 Kwh) a menor precio, pero deberían enfrentar un costo más alto por el resto de su consumo. Una estimación de las empresas explica que una factura media -inferior a los $ 2.000- podría subir a un rango de entre $ 5.500/$ 6.000, al menos en el verano.

Esta decisión de Massa choca con la visión del kirchnerismo sobre las tarifas. Los especialistas del Frente de Todos sostienen que los hogares con menores ingresos no cuentan con acceso a la red de gas natural. Y que se calefaccionan con artefactos eléctricos. De esa manera, su consumo es elevado y habría que seguir cuidándolo.

También habrá mayores tarifas para el gas. Massa declinó explicarlo, aunque si aclaró que habrá análisis por regiones. Una estimación que maneja el sector es que se podría subsidiar un bloque de 500 metros cúbicos anuales. Y, a partir de allí, aplicar importes mayores a las boletas. La mirada del consumo “anual” contempla que la demanda sube mucho en invierno. Las “zonas frías” (como Patagonia u otros rincones con temperatura) podrían arrancar con un bloque subsidiado más alto.

Aysa, la empresa de agua de Buenos Aires y el conurbano, tenía previsto un aumento del 32% en las boletas en dos tandas. Massa anunció que también aplicará allí la segmentación desde septiembre. Eso implica que la empresa -cuya titular es Malena Galmarini, esposa de Massa- podrá disponer de mayores cuadros tarifarios para hogares de ingresos medios y altos.

El ministro de Economía dio por cerrada la “segmentación”, aunque hay hogares que todavía se están empadronando. Según sus datos, hay cuatro millones de hogares que no requieren los subsidios: son quienes no se anotaron o -al hacerlo- declararon ingresos altos (de $ 348.000 mensuales netos, la posesión de tres inmuebles o tres autos). Al resto -10 millones de hogares- se les mantendrá una parte de los subsidios.

Hay un giro en la política oficial con tarifas. El secretario de Energía, Darío Martínez había anunciado que los hogares que seguirán recibiendo subsidios mantendrían el importe de las boletas hasta fin de año. Massa va en otra dirección: los clientes conservarán subvenciones, pero hasta un tope. Después de allí, tendrán que pagar más por sus boletas, aunque no fue detallado. La definición oficial pasó de mantener beneficios para sectores bajos y medios, a preservar las ayudas sólo para una cantidad de consumo.

La clase media, que predomina en las categorías tarifarias R4-R5-R6 (consumos superiores a los 400 KwH) tendrá que afrontar boletas superiores a las que vino pagano desde 2019 hasta ahora.

El Estado nacional destinó US$ 11.000 millones a subvenciones en el costo de la luz y el gas durante 2021. Por la suba de los precios energéticos, ese monto podría ascender a US$ 15.000 millones durante este año. Massa pretende disminuir esa cantidad. El alcance del ahorro fiscal recién se podrá saber cuando haya nuevos cuadros tarifarios.

Las distribuidoras podrán cobrarle a los clientes un mayor porcentaje del costo de electricidad que consumen, según se desprende de las declaraciones de Massa. El ex diputado es amigo de Daniel Vila y José Luis Manzano, accionistas de Edenor, una de las dos empresas que llevan luz a los hogares en Buenos Aires. La otra es Edesur.

Galmarini -titular de Aysa- había anunciado que le pediría a su regulador una “segmentación en las tarifas” de agua.

“En la medida que la tarifa de Aysa no se incrementa al ritmo de la inflación, se reduce la cobertura de gastos operativos a través de ingresos propios por la facturación de los servicios prestados. Y se incrementa, como consecuencia, la necesidad de subsidios del Tesoro nacional a través de transferencias corrientes”, decía una filmina de su presentación.

La recaudación por tarifas le permitía afrontar solo un 35% de los costos. Ahora, podrá recalibrar a partir de la aplicación de “segmentación”.