La ministra de Salud Carla Vizzotti acordó con los ministros de Salud de las 24 jurisdicciones del país reducir los días de aislamiento para las personas vacunadas que resulten infectadas y para quienes sean contactos estrechos.
Por su parte, los no vacunados deberán cumplir un plazo de aislamiento mayor que los que tengan ambas dosis.
Los nuevos plazos de aislamiento para los que tengan coronavirus
Vacunado con coronavirus (esquema completo): 7 días de aislamiento. Deberá maximizar los cuidados durante tres días tras dejar el encierro.
No vacunado positivo o con una sola dosis: 10 días de aislamiento.
Contacto estrecho asintomático (esquema completo): 5 días de aislamiento. Luego deberá maximizar los cuidados por los siguientes cinco días.
Contacto estrecho no vacunado: 10 días de aislamiento con PCR.
La medida se tomó este miércoles en el marco del Consejo Federal de Salud. Allí se definieron nuevas medidas por el avance de la variante Ómicron de COVID-19. “La Argentina está empezando su tercera ola, retrasamos tanto la llegada de Delta que hemos evitado una ola”, sostuvo Vizzotti.
El Consejo Federal de Salud analizó la posibilidad de utilizar los autotest
Además de las modificaciones en los días de aislamiento se discutió la posibilidad de comenzar a implementar el autotest de coronavirus en las farmacias.
“Se está trabajando, ANMAT está evaluando las presentaciones de los laboratorios, pero sin lugar a dudas la Argentina está capacitada para utilizar estos test”, respondió Vizzotti en conferencia de prensa.
Por qué el Gobierno decidió acortar el aislamiento para las personas vacunadas con COVID-19
De acuerdo a cifras y estudios que analizó la cartera de Salud, el efecto de las vacunas y una mayor levedad en los casos permite reducir el tiempo de aislamiento de quienes dieron positivo en coronavirus.
En este sentido, la ministra dijo el martes pasado que por estos días la economía en el mundo es impactada “por los aislamientos y no por los cierres”, como estrategia para contener los contagios de la enfermedad.
En esta nueva etapa de la pandemia, el foco de las autoridades de la cartera de Salud ya no está puesto en el número de contagios sino en las internaciones, la ocupación de las camas de terapia intensiva y el número de muertes.