"Al ministerio del Interior va 'Wadito', Eduardo 'Wado' de Pedro. Nos conocemos hace muchos años. Siempre pondero de él que le gusta ejercer la política como me gusta a mí, sobre la base de dialogar, de hablar y de ponernos de acuerdo. La verdad hicimos un camino vertiginoso en los últimos años y siento que vamos a estar muchos años más juntos trabajando".
Así presentó Alberto Fernández a su flamante ministro del Interior el 6 de diciembre del 2019, días antes de asumir. Pragmático y confiable para el círculo rojo, De Pedro había sido un dirigente clave en el proceso de unificación del peronismo que terminó con Fernández como Presidente.
Este jueves, después de la crisis que desató el funcionario, el Presidente le aceptó la renuncia. Ahora buscan un reemplazante "cuanto antes" según dijeron fuentes oficiales.
Este miércoles, la confianza entre el Jefe de Estado y "Wadito" estalló por los aires: según fuentes del entorno presidencial, una vez que el ministro filtró su renuncia, seguida por otros diez funcionarios que responden a Cristina Kirchner, Fernández y De Pedro no habían vuelto a hablar hasta la noche. Y este último no volvió a aparecer por su oficina de la planta baja de la Casa Rosada, que en la mañana de este jueves era puro zozobra entre los colaboradores ministeriales.
Fernández, confían desde su entorno, quedó descolocado por la maniobra. Se enteró del mensaje de De Pedro, uno de los integrantes de la cúpula de La Cámpora, de la más absoluta confianza de la ex Presidenta, mientras viajaba en helicóptero a José C. Paz para almorzar con Mario Ishii. Nadie le avisó.
Cuando volvió a su despacho, pasadas las 16.30, se encerró con su núcleo de asesores más cercanos hasta bien entrada la noche. Analizó cambios, hizo catarsis, recibió el llamado de gobernadores y sindicalistas y antes de irse ordenó bosquejar un hilo de tuits que, al final, publicó en su cuenta este mediodía.
Mientras, "Wado" avisó a los funcionarios y colaboradores de mayor confianza que había que mantener hermetismo, y se fue al Senado a reunirse con la vicepresidenta y Máximo Kirchner.
En la Casa Rosada, la decisión del ministro del Interior cayó como un baldazo de agua helada. Recordaban, incluso, que cuando el año pasado el Gobierno avanzó con la poda de fondos de la coparticipación a la administración porteña, fue De Pedro el que telefoneó a Horacio Rodríguez Larreta, minutos antes del anuncio, para anticiparle la decisión.
Esta vez, el funcionario no creyó conveniente avisar.
Es que, La Cámpora y Cristina Kirchner insistían desde hace meses con un reclamo airoso para que el Presidente retoque parte de su gabinete, profesionalice la gestión y acelere la implementación de un programa económico que beneficie a los sectores medios y bajos.
La debacle electoral del domingo aceleró los tiempos, y llevó a su máxima tensión interna al Frente de Todos.
El ministro y la decena de funcionarios que presentó en masa la renuncia este miércoles lo hicieron después de la extensa cumbre que la ex Presidenta y Fernández protagonizaron en Olivos, hacia el final del martes.
Según trascendió, Fernández le confirmó a la principal accionista de la coalición que introduciría cambios más temprano que tarde. Para el kirchnerismo, no alcanzó.
La renuncia de "Wado" De Pedro, sin embargo, no sorprendió solo al Gobierno: también al círculo rojo.
Dos horas antes de enviarla, el funcionario recibió una catarata de elogios de Susan Segal y algunos de los popes del mercado en el encuentro virtual del Council of the Americas. Resaltaron la eficiencia del escrutinio de las elecciones del domingo, y destacaron su rol en la coalición de Gobierno.