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martes, 16 de marzo de 2021

Formosa: denuncian que les implantan chips anticonceptivos a mujeres sin su consentimiento

Salió a la luz en los informes que se realizan en el lugar. Unas 86 embarazadas relataron los días de terror que están atravesando escondidas en el monte.
Luego de conocerse la situación que en El Potrillo, Formosa, atraviesan mujeres embarazadas que se esconden en medio del monte para evitar que las autoridades las trasladen para aislarlas, trascendieron denuncias de algunas que aseguran les implantan anticonceptivos sin su consentimiento.

Estos hechos, que describen la situación a la que se enfrentan los habitantes de la provincia, forman parte de un nuevo capítulo de los informes que realizan desde el lugar.

Estos hechos, que describen la situación a la que se enfrentan los habitantes de la provincia.

Unas 86 embarazadas relataron que atraviesan días de terror. Aseguraron que se esconden de las autoridades ya que la fuerza provincial ingresa a las comunidades originarias de la zona y se lleva a las mujeres a los centros de aislamiento, done terminan dando a luz. Además, en muchos casos sostienen que son separadas de sus hijos sin explicación alguna.

A esta grave denuncia, se le sumó otra de extrema gravedad. Algunas mujeres sostienen que les implantan anticonceptivos subcutáneos, es decir que se ubican por debajo de la piel, en el brazo y les otorgan una tarjeta que lo acredita. Todo, sin su consentimiento.

“Es una invasión total, una manera de control de natalidad”, opinó el médico obstetra (MN 47026) Oscar Guetmonovich en diálogo. “Tiene que haber un consentimiento para la implantación de ese chip”, remarcó.

“Esto se hace porque no requiere un gran seguimiento. Entonces una vez implantado, difícilmente se lo controle. Las pacientes no están informadas, ni menstrúan prácticamente, entonces pasa el tiempo y no saben si están embarazadas o no”, señaló Guetmonovich.

El doctor detalló además que este tipo de implantes tiene una duración de tres años y puede costar entre $17.000 y $20.000. “Es una barbaridad, una falta de respeto a la mujer. Honestamente yo no sé de otros lugares en donde hayan hecho algo así. Es un plan de esterilización durante tres años”, aseguró.