Sin contar achuras como chorizo, morcilla y provoletta, una parrillada de Fin de Año bien básica para seis personas que contiene 2 kilos de asado, 1 kilo de vacío y 1 kilo de pollo demandaba en diciembre de 2019 para una familia del AMBA (Gran Buenos Aires y CABA) unos $930, en promedio.
El mes pasado, si ese hogar replicó la compra tuvo que haber desembolsado un 105% más: es decir, comprar los mismos cortes de carne y kilogramos demandó $1905, de acuerdo a los precios que releva el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.
Donde comían dos, ahora come uno. La frase resume a la perfección lo que pasó con el plato vacuno más tradicional de los argentinos. La suba del costillar, 93,1% entre diciembre de 2019 y diciembre 2020, casi triplicó la inflación general de precios, que rondará el 36%, según las consultoras. Este jueves el Indec dará a conocer el dato oficial.
En medio del lockout del campo por las trabas a la exportación que había impuesto el Gobierno para lograr que el agro abastezca de maíz al mercado interno, los datos del IPCVA reflejan una brutal suba de los precios en las carnicerías: en promedio, la carne aumentó 74,8% a lo largo de 2020.
Después del asado de tira, lo que más se encareció fue el vacío (86,8%) y el matambre (85,5%), los tres cortes que el Gobierno promocionó durante 3 días de diciembre con una rebaja del 30% tras llegar a un acuerdo con el Consorcio de Frigoríficos ABC para las Fiestas.
Y es que el precio de esos cortes se dispararon especialmente en diciembre, con la vuelta de los encuentros sociales, las despedidas de año y las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. El asado subió el último mes de 2020 29,4%; el matambre 27,8% y el vacío 26,7%.
En promedio, el precio de la carne vacuna saltó 21,7% en diciembre respecto de noviembre, en carnicerías del ámbito metropolitano, según el relevamiento que hace mes a mes la cámara de la industria cárnica.
El pechito de cerdo, en tanto, trepó un 59,3% en un año, mientras que el pollo fue lo que menos se encareció: 57,9%. Así y todo, subió unos 15 puntos porcentuales por encima del costo de vida general del año que acaba de culminar.
¿Y el salario? En 10 meses de 2020, último dato del Indec difundido la semana pasada, los haberes de los trabajadores (registrados y en negro) acumulaban un alza del 26,5%, cuando hasta octubre la inflación acumulada era de 26,9%.
En tanto, según un informe de Fundación Mediterránea, el sueldo mensual promedio del sector privado registrado en 2020 permitió comprar en diciembre del año pasado 133 kilos de carne vacuna, un 20% menos que en 2019.