El ensayo clínico estaba en Fase 3 y fue interrumpido, según afirmaron desde el laboratorio.
“Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios”, indicaron desde AstraZeneca a la cadena CNBC y al medio especializado Statnews.
En el mismo sentido, el vocero de la farmacéutica argumentó que “el proceso de revisión estándar provocó una pausa para permitir la revisión de los datos de seguridad”.
“AstraZeneca se encuentra trabajando a fines de acelerar la revisión del evento único para minimizar cualquier impacto potencial en el cronograma de prueba”, concluyeron desde la compañía.
Según remarcó Statnews, un estudio de fase 1/2 publicado en julio informó que aproximadamente el 60% de los 1000 participantes que recibieron la vacuna experimentaron efectos secundarios que incluían fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares y reacciones en el lugar de la inyección. Todos ellos se consideraron leves o secundarios y fueron disminuyendo con el correr de los días.
Aquel día, el presidente Alberto Fernández, el ministro de Salud Ginés González García y la secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti dieron una conferencia desde Olivos en la que detallaron el acuerdo con la Universidad de Oxford para la producción inicial de 150 millones de dosis.
“La producción latinoamericana va a estar a cargo de la Argentina y de México y eso va a permitir el acceso oportuno y eficiente para todos los Estados de la región”, resaltó entonces el Presidente.