Las nuevas cifras, publicadas por el Departamento de Salud de la ciudad aumentaron la tasa de mortalidad general de Estados Unidos a cerca del 4%, con más de 26.000 fallecimientos y cerca de 600.000 casos.
Estas cifras pone el foco en el asombroso número de víctimas que el virus tuvo en una de las ciudades más grande de Estados Unidos, donde en las calles desiertas se escucha el casi constante sonido de las sirenas de las ambulancias.
El número de fallecimientos por habitante en la ciudad de Nueva York, que tiene una población ocho millones, supera al de Italia, el país europeo con más muertes, 20.000, y 60 millones de habitantes.
Las nuevas cifras de Nueva York evidencian las deficiencias que hubo hasta ahora en la contabilización. Estuvo disponible un limitado número de tests ysolo los fallecimientos donde una persona previamente había dado positivo se contaban entre las muertes por el virus en Nueva York.