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viernes, 31 de enero de 2020

Preolímpico Sub 23: la selección goleó en el cierre de la primera rueda

Sellada la clasificación de la Argentinarumbo al cuadrangular final, el encuentro frente a Venezuela resultó una excelente prueba oficial, para conocer qué elementos de recambio tiene Fernando Batista, el entrenador, más allá de los nombres conocidos, los cotizados, los que la mayoría conoce de memoria. Por eso, quedaron a un costado Adolfo Gaich, Alexis Mac Allister, Fausto Vera, Nicolás Capaldo y Agustín Urzi, entre otros. Detrás de los de siempre, hay algunas certezas. Entre ellas, el extraordinario valor de los triunfos. Cuatro en cuatro encuentros en el Preolímpico Sub 23 que se desarrolla en Colombia.

La goleada por 4-1 ofrece señales optimistas. En una primera instancia, volantes con recorrido, habilidad y llegada había de sobra. Todos ya tienen peso específico en primera: Tomás Belmonte, de Lanús, Matías Zaracho, de Racing, Gastón Togni, que volvió a Independiente y, sobre todo, Nahuel Bustos, de Talleres, algo más adelantado. De buen pie, de interesantes conexiones, los encuentros resultaron esporádicos. Por un lado, lógica pura: solo se encontraron en ensayos, nunca tuvieron el impulso colectivo necesario en un encuentro por los puntos. Les falta rodaje. Cuando se inspiraron, cuando encontraron espacios -sobre todo, en la etapa final-, exhibieron su mejor versión. Detrás de Mac Allister, de Urzi, de Alvarez, hay intérpretes con clase, solo precisan que los dejen volar.

Venezuela fue un equipo duro, sostenido por un jugador con futuro, Yeferson Soteldo. De 22 años, zurdo, hábil y escurridizo por los costados, es un crédito de Santos. Una joya en bruto que potenció Jorge Sampaoli en su paso por la entidad brasileña. "A Soteldo lo conozco muy bien porque jugó en el último tiempo en mi querida Universidad de Chile y sé que nos aportará mucho. Es un jugador que puede desempeñarse en las tres posiciones de ataque, donde puede provocar gran desnivel, así que espero se acople pronto a nuestro estilo de juego", contó el DT, frente al arribo del crédito venezolano. Tuvo desempeños de alto voltaje durante los dos últimos años. A la defensa argentina -también con valores de recambio- le encontró varias fallas. Colombo le cometió penal y el propio delantero, pícaro, lo resolvió picando la pelota.

El defensor de Estudiantes -de buena altura, 1,84m-, se recompuso en el área adversaria y selló el 1-1. Una buena señal, porque el laboratorio es indispensable en el fútbol actual, cuando los espacios no son suficientes, cuando las sociedades no se complementan. Y Batista no duda en aprovechar al máximo las clases de pizarrón. Y cuando más sufría, apareció Zaracho, el capitán del equipo alternativo y definió con el optimismo que parece que solo tienen los número 9. El volante de Racing se sintió Licha López por una noche.

Al rato, el ingresado Julián Alvarez acabó con el suspenso. Y Bustos, el crack de Talleres, de rebote, después de un penal, definió la goleada. En el tramo final, quedó en evidencia la diferencia sustancial de categoría: Venezuela es un equipo en formación con figuras que prometen, pero todavía les falta roce internacional y la Argentina, con destellos, puede lastimar a cualquier adversario.

El seleccionado quedó como líder del Grupo A. Ahora, disputará los tres partidos de la etapa final siempre en el último turno de las 22.30 de nuestro país y se enfrentará con Brasil, ganador del Grupo B, recién en la última fecha del cuadrangular.

La rueda final se trasladará a la ciudad de Bucaramanga, que comenzará el próximo lunes 3 de febrero. Los días 6 y 9, serán los próximos encuentros de este nuevo certamen, dentro del Preolímpico. La Argentina, con otros intérpretes, tiene la misma vocación por ganar. Un gran estímulo.