Los rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa irán a la terrorífica cárcel de Dolores.
A los acusados los dividieron en dos grupos: Lucas y Luciano Petossi, Matías Benicelli, Máximo Thomsen y Ayrton Viollaz fueron a la comisaría 1° de Pinamar. Blas Cinalli, Juan Guarino, Ciro Pertossi, Enzo Comeli y Alejo Milanese a la 4ta de Villa Gesell. Ahora todos ellos serán trasladados a la misma unidad penitenciaria: la prisión de Dolores.
Los 10 rugbiers involucrados ya tienen cupo en la cárcel ubicada sobre la calle Riobamba e inaugurada el 27 de enero de 1877, indicaron fuentes del caso.
Oficialmente, se destaca la existencia de una escuela dentro de sus muros y un convenio con la Universidad de Mar del Plata que les permite a los internos estudiar Abogacía. También cuenta con talleres de oficios como plomería, herrería, mecánica, fabricación de portones, recaudación de residuos entre otros.
En off, se trata de la una de las más cárceles más sobrepobladas de la Provincia de Buenos Aires. Y es una de las más viejas: data de fines del siglo XIX. Según la describieron "está muy deteriorada y muy venida a bajo". "Hay poco trabajo y poco estudio", aseguraron las fuentes consultadas por este medio.
Quienes la recorren a diario aseguran que dentro de los pabellones hay "hacinamiento extremo". "Las celdas son muy chicas y las que tienen capacidad para dos internos, alojan a tres, a cuatro y hasta cinco. Es un desastre, hay que tirarla abajo, no pude seguir funcionando", dicen de forma categórica.
Dos organismos presentaron reclamos a la Justicia y a la gobernación, ahora en manos de Axel Kicillof, sobre las condiciones de detención en la cárcel de Dolores: la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) y la Defensoría del Pueblo bonaerense. Los presos también se quejaron: en diciembre pasado realizaron una huelga de hambre.
Según un informe de la CPM, la unidad 6 fue en 2018 la más sobrepoblada del SPB: alojó a 3,4 personas cada una plaza. Pese a que tiene una capacidad para 188 personas, judicialmente se amplió ese número a 370. En ese año alojaba a 833 internos. En la actualidad se cuentan 937 presos, es decir, una sobrepoblación del 398 por ciento.
En este contexto, la intimidad no tiene espacio.
Uno de los espacios señalados por la entidad en un hábeas corpus es el "Sector de Aislamiento de Convivencia" (SAC) de la prisión. Se trata del pabellón al que son destinados los internos con mal comportamiento. La CPM pidió su clausura "por resultar inhabitable". Lo mismo para el sector de Sanidad que, denuncian, no cuenta con los recursos mínimos.
Torturas o trato cruel, inhumano y degradante, son algunas denuncias que hacen los reclusos de este penal, en un ambiente sumamente nocivo para la salud. En palabras del organismo dirigido por Adolfo Pérez Esquivel: la Unidad 6 tiene "deplorables condiciones de alojamiento".
La penitenciaría de Dolores padece de todos los males que se están tratando en la mesa de diálogo sobre la condiciones de las cárceles, que es coordinada por el ministro de Justicia y de Derechos Humanos de la provincia, Julio Alak. Se trata de una de las primeras medidas que tomó Kicillof al asumir como gobernador, debido a que se encontró con un sistema colapsado.
En las reuniones participan organizaciones no gubernamentales, el defensor del Pueblo Guido Lorenzino, la Iglesia católica, el Procurador Julio Conte Grand, entre otros. Charlarán con internos y familiares de las unidades carcelarias desde el 5 de febrero.
Si bien no se hablan de ninguna unidad en particular, todos sus integrantes conocen los problemas que recibirán a los rugbiers de Zárate. Curiosamente, la Unidad 6 es el hogar de "Los Dragones", el equipo de rugby del establecimiento.